El futuro traerá medicina sin fronteras

El futuro traerá medicina sin fronteras

Los estadounidenses buscan precios más bajos.

Por: Andrés Oppenheimmer

Desde hace varios años, hemos venido diciendoque una de las grandes oportunidades económicas para México ­–­y Latinoamérica en general­– será convertirse en un centro de servicios de salud para millones de estadounidenses que no pueden pagar los servicios hospitalarios de su país, o buscan una atención médica más personalizada.

El turismo de salud de estadounidenses a Latinoamérica, India, Singapur y otros países está creciendo a un ritmo de casi 20 por ciento anual, según distintas estimaciones. Alrededor de 180 mil estadounidenses viajan a otros países cada año para que se les practiquen procedimientos médicos, según Josef Woodman, autor de Pacientes sin fronteras. Además, otros 400 mil estadounidenses viajan al exterior anualmente para ‘’terapias alternativas’’ –como cursos de meditación en India– lo que eleva la cifra a un total de 580 mil.

Milika Bookman, autora de Turismo médico en los países en desarrollo estima que Costa Rica está atrayendo, por sí sólo, unos 150 mil turistas de salud por año.

Las razones de este éxodo de pacientes estadounidense son simples: alrededor de 45 millones de estadounidenses carecen de seguro de salud, y otros 30 millones tienen seguros de salud con insuficiente cobertura. Asimismo, muchos de quienes tienen seguro médico van al exterior para someterse a cirugías cosméticas que no están cubiertas por sus seguros en EE.UU.

Los números hablan por sí mismos: un bypass coronario –incluyendo la cirugía y la internación en una habitación privada– cuesta un promedio de US$100 mil en EE.UU., US$27 mil en México y US$24 mil en Costa Rica, según las estimaciones de Pacientes sin fronteras. Un reemplazo de cadera cuesta un promedio de US$45 mil en EE.UU., US$11 mil en México y US$9 mil 700 en Costa Rica. Un lifting facial cuesta un promedio de US$13 mil 200 en EE.UU., US$3 mil 100 en Costa Rica y US$8 mil 550 en México.

Y la tendencia al turismo médico seguirá creciendo: en las próximas tres décadas, habrá alrededor de 100 millones de estadounidenses –los baby boomers– que alcanzarán edad de retiro. Muchos de ellos no podrán pagar los servicios médicos en Estados Unidos. Y tal como ocurre en Europa, donde los jubilados alemanes, británicos y suecos se mudan a España durante varios meses al año en busca de atención médica personalizada y un costo de vida más barato, cada vez más retirados estadounidenses se mudarán a comunidades del norte de México, Costa Rica y otros países latinoamericanos.

Pero, ¿están estos países preparados para ofrecer servicios médicos del primer mundo? La respuesta es un inequívoco sí, con algunas salvedades obvias.

Según Woodman, autor de Pacientes sin fronteras.“En los casi 100 hospitales que visitó el año pasado en Taiwán, Corea, India, Costa Rica, México y otros países, los pacientes estadounidenses dijeron que la calidad del tratamiento era superior al experimentado en EE.UU.”.

Una salvedad es que, así como hay hospitales buenos en México u otros países de la región, también los hay malísimos. A uno le puede tocar uno malo, y no vivir para contar el cuento.

Según los expertos en turismo de salud, antes de elegir un hospital extranjero hay que consultar la lista de hospitales acreditados por la Comisión Conjunta Internacional (JCI), el organismo regulador estadounidense que certifica hospitales extranjeros que cumplen con los estándares norteamericanos. Ya hay varios hospitales brasileños y mexicanos en esa lista.

Los hospitales estadounidenses, para no quedarse fuera de juego, ya están sumándose al negocio del turismo médico. Recientemente se inauguró un hospital Johns Hopkins en Panamá, donde algunos médicos graduados en EE.UU. realizan operaciones por una fracción de su costo. El Instituto Internacional de Medicina de la Universidad de Miami está estudiando la posibilidad de invertir en un hospital en Cartagena, Colombia, y asociarse con hospitales en la República Dominicana y en Bahamas.

Los extranjeros seguirán viniendo a los hospitales de EE.UU. para procedimientos médicos de alta complejidad que no están disponibles en sus países, ni lo estarán por muchos años. Pero, para operaciones rutinarias, la tendencia será hacia otros países con costos más razonables.

‘’El turismo de salud nos está haciendo considerar seriamente la posibilidad de asociarnos con hospitales en el extranjero’’, me señaló Eduardo de Marchena, decano de Medicina Internacional de la Universidad de Miami.

Mi opinión: Los médicos y enfermeras mexicanos brindan un servicio mucho más personalizado del que se puede encontrar en la mayoría de los hospitales de EE.UU. Una buena atención médica con calidez personal será un gran atractivo para millones de turistas de salud norteamericanos, y le podría dar –como ocurre en España– un gran impulso a las economías latinoamericanas.

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