Víctor Illanes
Medicina sin fronteras desde Chile
Durante un año este médico egresado de la Universidad de Chile, dedicó sus horas de trabajo a la atención médica de habitantes africanos afectados por el virus del SIDA.
15/07/09.Zimbabwe fue su destino durante 2008 cuando decidió participar en una de las numerosas misiones que tiene alrededor del mundo la ONG Médicos Sin Fronteras, cumpliéndose uno de los anhelos que tenía en mente el doctor Víctor Illanes.
Estaba terminando su especialidad cuando se contactó con la sede de esta organización en Buenos Aires para analizar las posibilidades y concretar el proyecto: "Yo había tenido interés en contactarme con la organización de Médicos Sin Fronteras (MSF), agrupación que conocía desde hace algún tiempo, gracias a compañeros de generaciones anteriores de la carrera de Medicina que ya habían estado en otros proyectos.
Estaba terminando su especialidad cuando se contactó con la sede de esta organización en Buenos Aires para analizar las posibilidades y concretar el proyecto: "Yo había tenido interés en contactarme con la organización de Médicos Sin Fronteras (MSF), agrupación que conocía desde hace algún tiempo, gracias a compañeros de generaciones anteriores de la carrera de Medicina que ya habían estado en otros proyectos.
...Yo los contacté cuando estaba terminando mi especialidad de Medicina Interna en la Universidad de Chile y llamé a la gente de la oficina de Buenos Aires. Posteriormente hubo un periodo de reclutamiento y en ese momento fue cuando me ofrecieron la misión a Zimbabwe".
Con un permiso especial del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, lugar donde trabaja actualmente, partió a la misión, junto a un equipo formado por españoles, argentinos, japoneses y filipinos, estableciéndose en un centro de atención dedicado al tratamiento antirretroviral para pacientes infectados con el VIH/SIDA.
Con un permiso especial del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, lugar donde trabaja actualmente, partió a la misión, junto a un equipo formado por españoles, argentinos, japoneses y filipinos, estableciéndose en un centro de atención dedicado al tratamiento antirretroviral para pacientes infectados con el VIH/SIDA.
Un año durante el cual el doctor Illanes pudo observar la realidad sanitaria de un país tan lejano y distinto de las experiencias de un profesional de la salud que proviene del otro lado del mundo.
"Desde el punto de vista médico uno llega a un mundo totalmente distinto y especialmente de lo que yo estaba haciendo acá, ya que me enfocaba principalmente en medicina hospitalaria, trabajaba en un hospital y tenía más recursos para desarrollar mi labor, en cambio, en este país la medicina es de un nivel mucho más primario y además los problemas de salud son otros.
..El principal problema sanitario allá es el VIH (SIDA), de hecho íbamos a una clínica con pacientes infectados, podíamos observar las complicaciones y teníamos muy pocos medios para realizar los diagnósticos. Sin embargo, el hecho de estar ahí se aprovechaba de igual manera para realizar muchas cosas con pocos recursos y eso lo sentí como una experiencia muy gratificante".
El duro golpe de la realidad
A pesar de la insuficiencia de recursos, la adaptación no fue una dificultad para el doctor Illanes, ya que el idioma inglés es la lengua oficial de Zimbabwe, lo que facilitó enormemente el vínculo comunicacional con los pacientes. Pero, la idiosincrasia del país y el gran problema del VIH/SIDA fueron los principales temas que mostraron la impactante realidad.
"Cuando uno aún no llega, se imagina un montón de escenarios de cómo puede ser la realidad y bueno, uno se encuentra con sorpresas. Para mí, fue que este país perfectamente podría ser Chile, pero con muchos más problemas. A pesar de que existe una realidad sanitaria distinta y cosas que aquí en Chile no hemos sufrido por años, como por ejemplo el Cólera, había una similitud de rasgos con Chile, en la manera en que Zimbabwe estaba organizado, aunque no en el desorden en el gobierno, pero pese a todo sentí una cercanía con este país.
..Desde el punto de vista sanitario, fue impactante ver la magnitud del problema del VIH en África y en este país donde un 20 por ciento de la población está contagiada. Es impactante ver como esta enfermedad se convierte en algo generalizado que sobrepasa a una comunidad específica y se extiende, afectando a madres e hijos, a todos por igual. Sólo en el centro donde trabajábamos nosotros teníamos unos cinco mil pacientes con tratamiento antirretroviral, que es similar a la cifra que tenemos en todo Chile con tratamiento"
¿Ha cambiado algo en tu visión de la medicina después de esta misión?
-La verdad es que en mi relación con los pacientes, siento que no o que los cambios son un poco imperceptibles. Lo que si me di cuenta, es que hubo un cambio en mi percepción de cómo están variando las cosas en el mundo, es decir, uno suele tener una visión un poco provinciana de la realidad que viven los países africanos, uno no tiene la información de primera mano y eso fue lo que cambió, el estar allá creo que me permite ahora tener una opinión informada de las cosas.
El doctor Illanes tiene expectativas de volver aunque no todavía, lo que si tiene claro es el objetivo de compartir la experiencia y estimular a otros a participar de ésta, sabiendo que es una oportunidad única que entrega la oportunidad de conocer realidades que no serían
imaginables de otra forma.
¿Cómo crees que influirá esta experiencia en el desarrollo profesional?
-Un aporte de esta misión para mí fue aprender muchas cosas extra médicas relacionadas a la organización de proyectos y el cumplimiento de objetivos, cosas que habitualmente en las carreras de la salud no suelen ser muy incorporadas. Esto me ha permitido ser más reflexivo respecto de mis futuros proyectos, de mi futuro desarrollo de proyectos sanitarios.
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