Los preparados naturales te ayudan a mantener el cutis siempre joven. Según tus características, encuentra la que mejor se adapte a tu piel y, con estas máscaras coloridas, ya no te avergüences de que te vean con una.
Las máscaras de belleza no son, como muchos creen, una novedad de la cosmética moderna; por el contrario, existen desde la más remota antigüedad. Hace más de 2000 años se preparaban con ingredientes naturales: cera, miel, huevos, harina de cebada, polvo de iris, y más. Hoy en día, sus beneficios se han revalorizado a tal punto que se vuelven imprescindibles para lucir un cutis joven y fresco
Máscara marrón para pieles grasas
Es ideal para normalizar la apariencia de los cutis demasiado oleosos y para aplicar antes del maquillaje, ya que ayuda a mantener la base inalterable durante más tiempo. Se necesita mezclar 1 cucharada de arcilla (se compra en cualquier negocio dietético) con cantidad suficiente de un té concentrado de bardana, que es depurativo y antiséptico. Se aplica sobre el rostro y se deja actuar durante 10 minutos. Luego, se retira con abundante agua tibia.
Mascarilla purificante azul
Este preparado es específico para devolverle al cutis su color natural y volverlo más elástico. Resulta altamente purificante, mineralizante y rejuvenedor para las pieles más avejentadas. Sólo hay que mezclar una cucharadita de algas azules (espirulina) en polvo con cantidad suficiente de agua o si tiene gel neutro, utilice dos cucharaditas. Masajea el rostro y el cuello durante 3 minutos, deja reposar 10 más y retira con abundante agua fría.
Máscara blanca y suavizante
Para pulir y dar luminosidad a la piel de la cara y de todo el cuerpo, esta receta es muy fácil de preparar: sólo basta mezclar un cucharada de azúcar con ocho gotas de limón y media cucharada de aceite de oliva. Una vez aplicada sobre las zonas deseadas, realiza pequeños masajes ascendentes con las yema de los dedos. Lo ideal es retirarla con una toalla suave humedecida en agua tibia.
Rejuvenecedora y verde
El aguacate posee enormes propiedades hidratantes para la piel por su gran contenido de aceite.Para aprovechar sus magníficas propiedades es necesario comprar un fruto que esté bien maduro (también se lo puede hacer madurar más rápido dejándolo en un lugar con calor, cerca de la cocina por ejemplo) y mezclarlo con unas gotas de aceite de oliva hasta formar una pasta bien homogénea. Sirve para humectar la piel en profundidad y también actúa como un lifting natural que "estira" la cara, gracias a su contenido oleoso.
Roja como un tomate
Para refrescar el cutis después de exponerse al sol o cuando está irritado, lo mejor es aplicar unas rodajas de tomate sobre la cara. Lo más conveniente es que esté frío y bien fresco para que pueda descongestionar la piel. Coloca las rodajas en la frente, mejillas y mentón, con cuidado de no tocar los ojos. Después de veinte minutos como mínimo, retira y enjuaga con agua fresca.
De zanahorias: naranja
Conviene aplicar esta máscara un rato antes de tomar sol. Mezclar el jugo de una zanahoria con el filtro solar habitual y colocarlo en la cara y, si se desea, también en todo el cuerpo. Este preparado ayuda a incrementar el bronceado si se expone inmediatamente al sol por su contenido de betacaroteno. Pero de no tomar sol, dejará la piel suave y reluciente.
El abecé de las mascarillas:
Ten en cuenta estos consejos para que los preparados resulten súper efectivos:
* Hay que elegir siempre la máscara más adecuada para las necesidades y para cada tipo de piel.
* Las mujeres que tienen piel grasa puede aplicarse una máscara cada tres o cuatro días; las que tienen piel seca o mixta deben colocarla sólo una vez por semana y las que tienen la piel sensible, sólo dos veces al mes.
* Mientras la máscara esté actuando, se pueden acentuar sus beneficios refrescando los ojos con loción para párpados.