Costa Rica: el más feliz del mundo
Costa Rica es el país que utiliza sus recursos ecológicos de manera más eficaz para otorgarles a sus ciudadanos una vida prolongada y feliz, según un índice realizado por un centro de análisis británico.
Le siguen República Dominicana, Jamaica, Guatemala y Vietnam entre los cinco primeros lugares del ranking, hecho por el New Economics Foundation.
El estudio, llamado Índice Planeta Feliz 2009, analizó a 143 países que congregan al 99% de la población del mundo, según indicó el documento.
El objetivo del índice es utilizar otra medición que no sea el producto interno bruto (PBI) para medir el progreso de un país.
Lo que el centro de análisis británico hizo, en este caso, fue establecer un ranking que mide en qué países las personas gozan de vidas saludables y felices, con un bajo impacto ecológico.
La conjunción de estos tres factores tiene resultados sorprendentes.
Estados Unidos, donde el nivel de satisfacción de vida es relativamente alto (7.9 puntos sobre 10), y la expectativa de vida es en promedio de 77.9 años, ocupa el lugar 114 del ranking, debajo de Madagascar y arriba de Nigeria, ya que su impacto ecológico per cápita es enorme, sólo comparable a otros tres países en el mundo.
Jamaica, que ocupa el tercer lugar del ranking, fue “una sorpresa” para los investigadores, según el estudio, ya que es un país golpeado por problemas económicos, con un alto nivel de desigualdad y desempleo, “y una de las tasas de homicidio más altas del mundo”.
Sin embargo, la expectativa de vida es de 72.2 años, el nivel de satisfacción de la población es moderado, y el impacto ecológico per cápita es bajísimo.
De hecho, América Latina salió muy bien parada en este ranking, ya que nueve de los diez países con mayores puntajes son caribeños y latinoamericanos, según el estudio. Asimismo, las naciones de América Latina y el Caribe tienen, en promedio, el mayor puntaje del índice que cualquier otra región (59 puntos de 100).
En la región, el país que está en el último lugar del ranking es Uruguay, en el lugar 99, y con un puntaje de 37.2. Esto se explica porque, si bien el nivel de satisfacción de vida es moderado y la expectativa de vida es muy alta (75.9 años), el impacto ecológico per cápita es relativamente alto en comparación con los demás países de América Latina.
Sus vecinos están en una posición mucho mejor: Brasil está en el noveno lugar del ranking y Argentina en el 15.
Los investigadores británicos dijeron que hay dos factores que explican el alto puntaje que obtuvo la región: por un lado, que los latinos son poco materialistas en comparación con países de condiciones económicas similares, y que priorizan las amistades y la familia antes que el dinero.
Segundo, que la región tiene un nivel de capital social “particularmente fuerte”, con una sociedad civil activa que tiene desde grupos religiosos a grupos de trabajadores y medioambientales.
Además, aunque en muchos países latinoamericanos y caribeños todavía hay mucha desigualdad y pobreza, los niveles de salud son altísimos, cercanos a Europa Central y “muchas veces superiores a Europa del Este”, según el estudio, lo cual contribuye a la expectativa de vida y al bienestar de la población.
Estos factores, unidos al bajo impacto ecológico de mucho de los países, colocan a la región a la cabecera del ranking.
La satisfacción de vida más alta en países ricos
Al analizar los tres componentes del índice por separado – la expectativa de vida, el nivel de satisfacción y el impacto ecológico – los investigadores no siempre llegan a las mismas conclusiones.
En el caso de la satisfacción de vida, por ejemplo, el índice confirma que “los países donde las personas gozan de vidas saludables y felices son de los países más ricos y desarrollados”, aunque paguen un alto precio ecológico por hacerlo.
Sin embargo, ellos también resaltaron que hay excepciones notables: “países menos ricos, con un bajo impacto ecológico por persona, que tienen una alta esperanza de vida y de satisfacción”.
Esto muestra, en la opinión del centro de análisis británico, “que la buena vida es posible sin costarle tanto a la Tierra”.
Costa Rica es el país que utiliza sus recursos ecológicos de manera más eficaz para otorgarles a sus ciudadanos una vida prolongada y feliz, según un índice realizado por un centro de análisis británico.
Le siguen República Dominicana, Jamaica, Guatemala y Vietnam entre los cinco primeros lugares del ranking, hecho por el New Economics Foundation.
El estudio, llamado Índice Planeta Feliz 2009, analizó a 143 países que congregan al 99% de la población del mundo, según indicó el documento.
El objetivo del índice es utilizar otra medición que no sea el producto interno bruto (PBI) para medir el progreso de un país.
Lo que el centro de análisis británico hizo, en este caso, fue establecer un ranking que mide en qué países las personas gozan de vidas saludables y felices, con un bajo impacto ecológico.
La conjunción de estos tres factores tiene resultados sorprendentes.
Estados Unidos, donde el nivel de satisfacción de vida es relativamente alto (7.9 puntos sobre 10), y la expectativa de vida es en promedio de 77.9 años, ocupa el lugar 114 del ranking, debajo de Madagascar y arriba de Nigeria, ya que su impacto ecológico per cápita es enorme, sólo comparable a otros tres países en el mundo.
Jamaica, que ocupa el tercer lugar del ranking, fue “una sorpresa” para los investigadores, según el estudio, ya que es un país golpeado por problemas económicos, con un alto nivel de desigualdad y desempleo, “y una de las tasas de homicidio más altas del mundo”.
Sin embargo, la expectativa de vida es de 72.2 años, el nivel de satisfacción de la población es moderado, y el impacto ecológico per cápita es bajísimo.
De hecho, América Latina salió muy bien parada en este ranking, ya que nueve de los diez países con mayores puntajes son caribeños y latinoamericanos, según el estudio. Asimismo, las naciones de América Latina y el Caribe tienen, en promedio, el mayor puntaje del índice que cualquier otra región (59 puntos de 100).
En la región, el país que está en el último lugar del ranking es Uruguay, en el lugar 99, y con un puntaje de 37.2. Esto se explica porque, si bien el nivel de satisfacción de vida es moderado y la expectativa de vida es muy alta (75.9 años), el impacto ecológico per cápita es relativamente alto en comparación con los demás países de América Latina.
Sus vecinos están en una posición mucho mejor: Brasil está en el noveno lugar del ranking y Argentina en el 15.
Los investigadores británicos dijeron que hay dos factores que explican el alto puntaje que obtuvo la región: por un lado, que los latinos son poco materialistas en comparación con países de condiciones económicas similares, y que priorizan las amistades y la familia antes que el dinero.
Segundo, que la región tiene un nivel de capital social “particularmente fuerte”, con una sociedad civil activa que tiene desde grupos religiosos a grupos de trabajadores y medioambientales.
Además, aunque en muchos países latinoamericanos y caribeños todavía hay mucha desigualdad y pobreza, los niveles de salud son altísimos, cercanos a Europa Central y “muchas veces superiores a Europa del Este”, según el estudio, lo cual contribuye a la expectativa de vida y al bienestar de la población.
Estos factores, unidos al bajo impacto ecológico de mucho de los países, colocan a la región a la cabecera del ranking.
La satisfacción de vida más alta en países ricos
Al analizar los tres componentes del índice por separado – la expectativa de vida, el nivel de satisfacción y el impacto ecológico – los investigadores no siempre llegan a las mismas conclusiones.
En el caso de la satisfacción de vida, por ejemplo, el índice confirma que “los países donde las personas gozan de vidas saludables y felices son de los países más ricos y desarrollados”, aunque paguen un alto precio ecológico por hacerlo.
Sin embargo, ellos también resaltaron que hay excepciones notables: “países menos ricos, con un bajo impacto ecológico por persona, que tienen una alta esperanza de vida y de satisfacción”.
Esto muestra, en la opinión del centro de análisis británico, “que la buena vida es posible sin costarle tanto a la Tierra”.