No hay duda de que si dispusiéramos de un gran espacio abierto, como un loft por ejemplo, este diseño de cocina resultaría ideal. El elemento energético que más resalta es el asociado al metal, contando también con la presencia del elemento madera a través de los adornos decorativos.
Esta relación energética queda perfectamente armonizada por la presencia del elemento agua, además del hecho de que el elemento fuego también estaría aquí presente a través de los fogones. Sólo faltaría el elemento tierra para tener completo el ciclo energético constructivo, lo cual podría alcanzarse con la loza, vajilla y demás enseres propios de toda cocina.
Aquí tenemos una cocina totalmente funcional en la que predomina el elemento blanco, asociado a la energía metal. El orden y la limpieza están aquí presentes como principios básicos del Feng Shui para cualquier construcción. La ubicación de los fogones (fuego) está ligeramente separada respecto al fregadero (agua). Se podría colocar entre ambos algún objeto decorativo asociado al elemento madera, como por ejemplo alguna planta decorativa no demasiado grande.
La primera impresión que se percibe es la presencia creativa a base del elemento tierra (colores amarillos terrosos) junto al elemento metal (muebles de dicho material y sus colores asociados -blanco y gris plata-), lo cual favorece a toda cocina, siempre y cuando no tenga características energéticas (estrellas volantes) asociadas a precariedad de salud y/o accidentes.
En este espacio abierto, con la imagen de un sofá de cuero en la esquina del fondo, tendríamos una alfombra cuyos colores beige y azul estarían representando en perfecta armonía a los elementos metal y agua. También se puede considerar presente, en cierta forma, al elemento fuego por la textura de la propia alfombra.
Aquí tendríamos en una bella composición de los elementos. Por una parte, está el agua con los colores azules del fondo, y por otro, tendríamos a la madera gracias a las plantas, pues los muebles apenas poseen este tipo de energía. Podríamos decir también que de algún modo está presente el metal a través de las tonalidades grises y blancas.
Describimos ahora tres ambientes. El primero estaría representando principalmente a la energía tierra y sus tonos anaranjados. A modo de complemento tendríamos la madera de la planta y el metal del sofá debido a su tonalidad beige. El segundo es un ambiente en perfecta simbiosis energética a través de la madera (flores), el fuego (luces), la tierra (tonalidades amarillas) y el metal (color gris plata). Sólo faltaría el agua para tener el ciclo energético completo. El tercero tiene como predominante el agua y el metal.
Esta relación energética queda perfectamente armonizada por la presencia del elemento agua, además del hecho de que el elemento fuego también estaría aquí presente a través de los fogones. Sólo faltaría el elemento tierra para tener completo el ciclo energético constructivo, lo cual podría alcanzarse con la loza, vajilla y demás enseres propios de toda cocina.
Aquí tenemos una cocina totalmente funcional en la que predomina el elemento blanco, asociado a la energía metal. El orden y la limpieza están aquí presentes como principios básicos del Feng Shui para cualquier construcción. La ubicación de los fogones (fuego) está ligeramente separada respecto al fregadero (agua). Se podría colocar entre ambos algún objeto decorativo asociado al elemento madera, como por ejemplo alguna planta decorativa no demasiado grande.
La primera impresión que se percibe es la presencia creativa a base del elemento tierra (colores amarillos terrosos) junto al elemento metal (muebles de dicho material y sus colores asociados -blanco y gris plata-), lo cual favorece a toda cocina, siempre y cuando no tenga características energéticas (estrellas volantes) asociadas a precariedad de salud y/o accidentes.
En este espacio abierto, con la imagen de un sofá de cuero en la esquina del fondo, tendríamos una alfombra cuyos colores beige y azul estarían representando en perfecta armonía a los elementos metal y agua. También se puede considerar presente, en cierta forma, al elemento fuego por la textura de la propia alfombra.
Aquí tendríamos en una bella composición de los elementos. Por una parte, está el agua con los colores azules del fondo, y por otro, tendríamos a la madera gracias a las plantas, pues los muebles apenas poseen este tipo de energía. Podríamos decir también que de algún modo está presente el metal a través de las tonalidades grises y blancas.
Describimos ahora tres ambientes. El primero estaría representando principalmente a la energía tierra y sus tonos anaranjados. A modo de complemento tendríamos la madera de la planta y el metal del sofá debido a su tonalidad beige. El segundo es un ambiente en perfecta simbiosis energética a través de la madera (flores), el fuego (luces), la tierra (tonalidades amarillas) y el metal (color gris plata). Sólo faltaría el agua para tener el ciclo energético completo. El tercero tiene como predominante el agua y el metal.