Si estás deseando incorporar una piscina para hacer frente a las altas temperaturas en tu propio hogar, pero quieres que tu bolsillo lo acuse lo menos posible, las piscinas prefabricadas son una buena alternativa, puesto que ofrecen prestaciones que apenas varían con respecto a las de obra. Una opción ineludible, si no se dispone del espacio para proyectar el vaso de hormigón o no se puede realizar por impedimentos legales.
Esta variedad de piscinas posee una estructura fuerte para resistir el paso del tiempo y materiales que aportan estabilidad frente a los choques y roturas. Son, además, indeformables y resisten los cambios bruscos de temperatura, así como los agentes químicos y atmosféricos. Una solución económica y que dispone de gran cantidad de modelos y tamaños para que se puedan acoplar a cualquier espacio o terreno.
Tipos de piscinas según su estructura
1. Las de poliéster: se componen de una sola pieza formada por tamaños y formas estándar ya fabricadas, por lo que tendremos que adecuar el espacio a la piscina. Pero existen infinidad de combinaciones de modelos y dimensiones para adaptarlas a tu jardín.
2. Linier o de acero: se componen de dos piezas. Una estructura de acero destinada a aguantar la presión ejercida por el peso del agua y los empujes del terreno, y una lona de PVC que recubre la estructura para que el agua permanezca en el interior. Como en el caso anterior, los modelos son estándar, pero también existe una gran variedad para que puedan ajustarse a casi todas las necesidades.
El proceso de instalación
• En primer lugar se realiza una excavación adecuada al tamaño y profundidad del modelo que vamos a colocar.
Según David Fernández de la empresa Piscimar: 'a la hora de realizar la excavación para introducir una piscina prefabricada son muy importantes los siguientes aspectos: lo primero es vislumbrar sobre el terreno la forma de la piscina, así evitaremos que ésta no encaje no encaje. Es mejor pasarse con el agujero, a no llegar, porque para rellenar el sobrante del orificio nunca es tarde. En cambio, para la calcular la profundidad, sí se exige una mayor precisión para evitar que la piscina quede hundida o elevada'.
Posteriormente, se excava la zona en la que se ubicarán los sistemas de depuración.
'El lugar debe ser cercano y estratégico para instalar la conexión sin dificultades'.
• En el fondo del agujero se realiza una cimentación de hormigón de unos 15 cm. que posea una ligera pendiente hacia el desagüe.
• Con una grúa se coloca el vaso o piscina en el agujero, y se llena de agua un cuarto de su capacidad para comprobar si los niveles son adecuados.
• Se procede a tapar el hueco del exceso de excavación con una mezcla de arena y cemento porland.
Esta variedad de piscinas posee una estructura fuerte para resistir el paso del tiempo y materiales que aportan estabilidad frente a los choques y roturas. Son, además, indeformables y resisten los cambios bruscos de temperatura, así como los agentes químicos y atmosféricos. Una solución económica y que dispone de gran cantidad de modelos y tamaños para que se puedan acoplar a cualquier espacio o terreno.
Tipos de piscinas según su estructura
1. Las de poliéster: se componen de una sola pieza formada por tamaños y formas estándar ya fabricadas, por lo que tendremos que adecuar el espacio a la piscina. Pero existen infinidad de combinaciones de modelos y dimensiones para adaptarlas a tu jardín.
2. Linier o de acero: se componen de dos piezas. Una estructura de acero destinada a aguantar la presión ejercida por el peso del agua y los empujes del terreno, y una lona de PVC que recubre la estructura para que el agua permanezca en el interior. Como en el caso anterior, los modelos son estándar, pero también existe una gran variedad para que puedan ajustarse a casi todas las necesidades.
El proceso de instalación
• En primer lugar se realiza una excavación adecuada al tamaño y profundidad del modelo que vamos a colocar.
Según David Fernández de la empresa Piscimar: 'a la hora de realizar la excavación para introducir una piscina prefabricada son muy importantes los siguientes aspectos: lo primero es vislumbrar sobre el terreno la forma de la piscina, así evitaremos que ésta no encaje no encaje. Es mejor pasarse con el agujero, a no llegar, porque para rellenar el sobrante del orificio nunca es tarde. En cambio, para la calcular la profundidad, sí se exige una mayor precisión para evitar que la piscina quede hundida o elevada'.
Posteriormente, se excava la zona en la que se ubicarán los sistemas de depuración.
'El lugar debe ser cercano y estratégico para instalar la conexión sin dificultades'.
• En el fondo del agujero se realiza una cimentación de hormigón de unos 15 cm. que posea una ligera pendiente hacia el desagüe.
• Con una grúa se coloca el vaso o piscina en el agujero, y se llena de agua un cuarto de su capacidad para comprobar si los niveles son adecuados.
• Se procede a tapar el hueco del exceso de excavación con una mezcla de arena y cemento porland.